Miré de reojo, como tantas otras veces, la cinta negra. Tengo el vicio inconfesable de sacar conclusiones de la vida de otros a través de su compra. Y esta vez me convencía todo. ¿Por qué la cajera tuvo que preguntar “hasta dónde”? ¿Por qué no siguió y se limitó a decir “efectivo o tarjeta”? W.